Lo nuevo en marketing:
Por: Cristian Camilo Martínez Rangel – Comunista Manager
Lo nuevo en marketing: de lo tradicional a lo digital, el arte de vender que crea riqueza-
El marketing, en esencia, es tan antiguo como el comercio mismo. Desde que existe el intercambio de bienes y servicios, ha existido la necesidad de persuadir, cautivar y convencer. Hoy, el marketing tradicional sigue vivo, pero se combina con herramientas digitales que han revolucionado la forma de llegar a las personas.
El marketing tradicional: la base que sigue funcionando.
Aunque muchos crean que está pasado de moda, el marketing tradicional continúa siendo una herramienta poderosa, sobre todo a pequeña y mediana escala. Los anuncios impresos, los volantes, la radio local, los comerciales de televisión y la publicidad exterior (vallas, pendones) son formas tangibles que mantienen un gran alcance.
Su principal cualidad es la cercanía con la comunidad: las marcas locales siguen apostando por patrocinar eventos de barrio, repartir catálogos puerta a puerta o colocar anuncios en la radio regional, porque saben que sus clientes potenciales aún están ahí. Además, estas acciones construyen confianza. Ver un cartel en la panadería del barrio, o escuchar un anuncio de tu mecánico de confianza en la emisora local, genera una sensación de familiaridad que ninguna pantalla puede igualar.
Lo digital: un nuevo universo de posibilidades.
Sin embargo, lo nuevo en marketing es imposible de ignorar. Hoy, un solo emprendedor puede abrir una tienda virtual, crear campañas de publicidad en redes sociales y aparecer en el feed de miles de personas en cuestión de horas. Plataformas como Instagram, Facebook, TikTok o LinkedIn han democratizado la forma de vender, porque permiten segmentar audiencias con gran precisión.
¿Cómo se consiguen nuevos clientes con estas herramientas? A través de contenidos que aporten valor: videos cortos, tutoriales, testimonios de clientes reales, memes que se vuelven virales o historias bien contadas. Lo digital no se trata solo de vender, sino de crear comunidad y conversar. La clave está en escuchar a los usuarios, responder a sus dudas y mostrar la cara humana detrás de la marca.
Marketing y ventas: la conexión inseparable.
No es exagerado decir que quienes no se suban a esta ola tecnológica corren el riesgo de quedarse rezagados. Internet evoluciona a pasos agigantados, y los usuarios esperan cada vez más: sitios rápidos, personalizados y fáciles de usar. En este contexto, la IA se vuelve una ventaja competitiva clara. Hoy los grandes portales ya usan inteligencia artificial para analizar el comportamiento de sus visitantes y ofrecer contenidos o productos a la medida. Los sitios medianos empiezan a incorporar chatbots que resuelven dudas en segundos, y hasta los blogs más pequeños aprovechan la IA para optimizar textos o mejorar la visibilidad en buscadores.
Mirando hacia adelante.
Muchos lo olvidan, pero el marketing está profundamente relacionado con ser un buen vendedor. De hecho, el buen marketing es el arte de abrir la puerta y despertar el interés; la venta es lo que concreta la relación. Y ser un buen vendedor va más allá de ofrecer algo: es entender las necesidades, crear confianza y resolver problemas.
En última instancia, la habilidad de vender es la base sobre la que se construye la riqueza humana. Un mundo sin ventas sería un mundo estancado, sin flujo de bienes ni servicios. Desde el artesano que vende su primera pieza hasta la multinacional que lanza un producto innovador, todo se sostiene gracias a esa chispa de persuasión, empatía y estrategia.
El buen marketing: la diferencia entre fracasar o triunfar.
Si miramos a las empresas más exitosas del mundo, todas tienen algo en común: supieron contar su historia. Apple, por ejemplo, no se convirtió en un gigante solo por hacer buenos dispositivos. Steve Jobs entendió que su marketing debía vender un estilo de vida, no solo un producto. Nike, con su icónico “Just Do It”, vendió inspiración y motivación, no solo zapatos.
Incluso marcas que empezaron como pequeños emprendimientos, como Starbucks, basaron su éxito en algo más que café: supieron crear una experiencia de marca. Hoy, muchos consumidores pagan por esa experiencia, la atmósfera y el sentido de pertenencia.
El reto para los negocios de hoy.
La lección es clara: sin un buen marketing, incluso la mejor idea del mundo puede pasar desapercibida. No importa si es un negocio local que reparte volantes en el barrio, o una startup tecnológica que invierte en campañas digitales. El marketing bien hecho conecta, emociona y convierte.
Así que, para quien quiera emprender, hacer crecer su empresa o simplemente mejorar sus ventas: no subestimes el poder de vender bien. Porque detrás de cada gran marca, siempre hubo alguien que supo decir: “Mira lo que tengo para ti… y por qué lo necesitas”.